Las teorías económica y política tradicionales (o dominantes) han sido construidas a partir de una serie de principios de dudosa calidad. Con estos fundamentos se ha montado un tinglado que, de manera “objetiva y científica”, conduce a dos poderosas conclusiones: (1) el mercado es siempre el mecanismo de intercambio más eficiente; (2) el gobierno es irremediablemente torpe.
En el Economista Compungido nos vamos a permitir el descaro de cuestionar los supuestos y, a partir de ello, las conclusiones del tinglado dominante. Porque si nos parece que el pastel está mal cocinado, no está de más echarle un ojo a la receta.
Gilberto García Vazquez jugó como medio de contención en la Selección de Fútbol del CIDE, como medio ofensivo en la escuela de gobierno de Harvard, y como medio por la izquierda en el departamento de Administración y Políticas Publicas de la Universidad de Carleton, Canadá. En sus ratos libres, Gilberto estudia la participación del sector privado en la provisión de servicios públicos, y su efecto en la pobreza urbana en latinoamérica, para poder terminar su doctorado en Administración y Políticas Públicas, con especialidad en Política Económica y Gobiernos Locales.